Balbuceos sobre ciencias sociales y
humanidades
en el sistema mundo capitalista
Por:
Hernando Uribe Castro
Maestría en Sociología
Mientras el Sistema
Mundo Moderno siga privilegiando la economía-mundo capitalista como su principal
modelo de funcionamiento, campos de conocimiento como las Humanidades y las Ciencias
Sociales estarán en permanente confrontación y experimentando múltiples incertidumbres
de su papel en una sociedad que privilegia otros tipos de discursos que
propenden por legitimar profesiones que se ajustan de manera más práctica y
productiva a la racionalidad económica que hoy se ha entronizado en el modelo
educativo y que busca, justamente, profesionalizar a sus ciudadanos,
deformándolos como seres reflexivos y críticos, logrando seres humanos para el
desempeño de oficios en espacios laborales y productivos como ciudadanos
consumidores.
Son las humanidades y las
ciencias sociales tal vez las más afectadas con el marco de capitalización de
la universidad, y en este sentido, de la vida universitaria en todas sus
dimensiones. Pero no todas las ciencias sociales se han visto afectadas, pues algunas
de ellas se han ubicado de mejor forma en la estructura del sistema, como la psicología
por ejemplo y algunos de sus frentes de trabajo como la psicología empresarial,
la del consumidor, en el mundo del trabajo, en el espacio familiar y como herramienta
importante para el control social.
Lo interesante del asunto es que frente a esta crisis e
incertidumbres de la educación superior como espacio que fue atrapado por el
capitalismo universitario y la educación mercantilizada, la universidad como institución
crítica y propositiva, y las Humanidades, tienen opciones para neutralizar los
efectos negativos del proceso de neoliberalización.
Para lograr su autonomía del sistema, la universidad debe
empezar por resignificar su papel en la sociedad a partir de la democratización
y emancipación, tal como lo expresa Boaventura de Sousa Santos. Conceptos estos,
profundamente arraigados, comprendidos, tratados y trabajados por las
Humanidades y las Ciencias Sociales.
Estos campos de conocimiento poseen el arsenal
necesario no sólo para develar el contexto estructural en el que se desenvuelve
la universidad, sino también para aportar con toda claridad a ese urgente proceso emancipatorio.
Las grietas que presenta el modelo de educación
impuesto por la economía-mundo capitalista deben ser
vistas como
oportunidades para las humanidades y las ciencias sociales que, como agua que
escurre sobre la roca compacta y firme, una vez filtrada y cristalizada en ella, la puede romper.
24 de marzo de 2012