Este es un espacio que propone reflexiones y debates sobre la inter-retro-conexión sociedad en la Naturaleza y la Naturaleza en la sociedad.

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lunes, 29 de abril de 2013

PROTESTA SOCIAL Y SISTEMA DE TRANSPORTE MASIVO EN CALI


PROTESTA SOCIAL Y SISTEMA DE TRANSPORTE MASIVO EN CALI[1]

Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología
Miembro del Centro Interdisciplinario de la Región Pacífico Colombiana, CIER
Universidad Autónoma de Occidente

La mañana del miércoles 20 de marzo marcharon por la vía al mar hacia la Alcaldía, 250 habitantes de la Comuna 1 en Cali. Lo hacían con pancartas y mensajes que expresaban la inconformidad por la falta de atención e incumplimiento de los compromisos adquiridos por el Alcalde, con la comunidad y por el grave problema de movilidad y de conexión entre sus barrios con el resto de la ciudad, a raíz del funcionamiento del Sistema Integrado de Transporte Masivo, MÍO. Pero esta protesta es sólo una de las otras tantas que se han presentado desde que el sistema entró en operación: las primeras manifestaciones fueron promovidas por los transportadores de servicio público en agosto de 2012. La protesta del 8 de febrero en las estaciones de San Pascual y San Bosco por la falta de buses hacia el oriente y norte de Cali; las tomas de estaciones del 13 de febrero donde 50 personas bloquearon la estación Andrés Sanín por la ineficiencia en el servicio. Las tomas de vías del 28 de febrero del 2013 por el mal servicio del transporte y por la cancelación de rutas de la empresa Coomoepal, en la que participaron colectivos cívicos, algunos estudiantes del colegio Santa Librada, vecinos y comerciantes.

Estas protestas y sus diferentes repertorios contra el MÍO, evidencia la inconformidad de una sociedad con un sistema que fue impuesto sin tener en cuenta las características particulares de la ciudad y de su población. Si bien, un sector de usuarios expresa aspectos positivos como el cambio estético de algunos lugares, limpieza y comodidad, otras comunidades expresan efectos negativos en términos de: a) incrementó en el tiempo de movilidad y de transbordos para ir de un lugar a otro; b) incrementó en el presupuesto familiar por pago de más pasajes; c) población que, excluidos de la red de transporte, hacen uso del transporte pirata; d) un sistema que no garantiza seguridad, buen trato y confort; e) una cultura ciudadana distante para el usuario. La respuesta más común de las autoridades a estas manifestaciones se expresa en acciones represivas con el Smad, lo que hace que la comunidad exclame: "somos usuarios, no agitadores".

La primera década del siglo XXI se caracteriza por el negociazo que, inversionistas privados en alianza con alcaldes, hicieron con la implementación de este mismo sistema en diferentes ciudades (Bogotá, Medellín, Manizales y Barranquilla, otras), haciendo creer que ese era la solución al problema de movilidad de las ciudades colombianas. ¿Acaso cada ciudad no es particular en términos de su configuración urbana y de sus necesidades de movilidad, para que, de un momento a otro, todas tengan la misma solución de transporte?

Sin entrar a señalar los aspectos técnicos que especialistas en el tema han expresado, es evidente que además de los problemas de planeación del sistema, primó más el interés de los inversionistas por producir ganancias, que por brindar solución a los problemas de movilidad de la ciudad.  El argumento más poderoso que demuestra esto es la falta de participación comunitaria en el proceso de diseño, implementación y, en general, en su puesta en marcha. No hubo un proceso de apropiación cultural dado que el sistema masivo necesariamente implica un cambio de la vida urbana cotidiana. Y a todo ello se suman, las implicaciones económicas y de tiempo para el usuario e incluso, para el subsistema productivo de una ciudad cuyos trabajadores se movilizan en bus.  

Evidencia este fenómeno, la neoliberalización de la ciudad como forma de reproducción de una sociedad dominada por las leyes y demandas del mercado y unos grupos que, aliados con gobernantes locales, ven en la ciudad el mejor lugar para incrementar sus capitales.





[1] Publicado por semanario El Pueblo. 27 de abril de 2013.

jueves, 25 de abril de 2013

El “NO” DEL CONGRESO AL MATRIMONIO IGUALITARIO PODRÍA FORTALECER EL MOVIMIENTO LGTBI


El “NO” DEL CONGRESO AL MATRIMONIO IGUALITARIO
PODRÍA FORTALECER EL MOVIMIENTO LGTBI

Por:
Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología

Los resultados de la votación del congreso el 24 de abril de 2013, con respecto al matrimonio igualitario en Colombia, (51 voto por el NO y 17 por el SI) develan que por más fuertes que sean los argumentos para defender la propuesta, esto no será suficiente si todavía quienes ocupan muchas de las curules de este recinto siguen desempeñándose a través de prácticas corruptas y clientelares.

Congresistas que actúan bajo su conveniencia de intereses particulares y no del bien común, así como tampoco con sentido democrático. El mejor ejemplo lo ofrece la denuncia que hace el periódico El Espectador con respecto al pacto firmado por Roy Barreras con una comunidad religiosa a cambio de votos: “El 'pacto cristiano' que enreda a Roy Barreras” (11-abril 2013). También el periódico El País informaba que:

El abogado Saúl Billar radicó en el Consejo de Estado una demanda de pérdida de investidura contra del presidente del Congreso, senador Roy Barreras, por haber firmado un ‘pacto’ con la comunidad cristiana para no promover el matrimonio igualitario. La demanda se interpone por haber incurrido supuestamente en violación al conflicto de intereses y tráfico de influencias al haber firmado un compromiso con la comunidad cristiana que incluía, entre otros, la inclusión de algunos de sus integrantes en la Unidad de Trabajo Legislativo de Barreras.[1]

Probablemente este caso de pactos y acuerdos no fue el único que se dio por estos días. Lo que muestra este hecho es que, al parecer, los congresistas no toman decisiones pensadas desde las necesidades colectivas y del contexto democrático nacional, sino que se toman decisiones desde los intereses y creencias particulares legislando como si todavía el marco constitucional fuera la Constitución Política de 1886. Además porque este tipo de actuaciones va en contravía de su lugar como funcionario público al servicios de los intereses del conjunto de la sociedad.

Esto es grave porque sobre aspectos que trascienden a la sociedad, (como el aborto y la eutanasia) sobrepesan aspectos como la objeción de conciencias altamente clientelizadas y mercantilizadas. Se negocian conciencias. Un congreso que reproduce la falsa democracia.

Lo interesante de este caso, es que la negación que hace el congreso hoy, activa de inmediato las formas creativas, la búsqueda de más argumentos y las acciones de una comunidad que no solo está reconociendo el terreno que debe enfrentar, sino que también se ha dado cuenta del valor central que tiene para sí mismos el participar de otro modo en las elecciones populares de funcionarios públicos en todos los niveles del Estado. De la necesidad de participar en las veedurías ciudadanas y de la innegable necesidad de estar más al tanto de los acontecimientos y transformaciones políticos del país y del mundo. Esto conlleva a una profunda reflexión de la comunidad LGBTI con respecto a su participación y acción política.

Esta negación que hace el Congreso hoy, representará el fortalecimiento del movimiento LGBTI porque le exige ingresar en un proceso de autoanálisis y autorreflexión, que les permitirá reconocer a la comunidad homosexual también los errores cometidos para no volverlos a repetir. A que en adelante realicen un verdadero análisis de sus decisiones en términos de participación de modo más crítico y reflexivo en las elecciones populares y de la necesidad de hacer presencia más en los escenarios de participación. Gays, lesbianas, trans, bisexuales e intersexuales se han caracterizado por ser un colectivo inteligente, creativo, artístico, con la capacidad de generar importantes transformaciones para una sociedad más pacífica, más honesta, más integrada, más respetuosa y tolerante.

La creatividad de los homosexuales, y en general del LGBTI, se hará sentir en todo el territorio nacional y cobrarán factura a quienes dieron el NO en el Congreso en el proceso democrático nacional.  Este camino que seguirá su recorrido fortalecerá el movimiento en términos de unión, de red, de acercamiento a otros sectores sensibles e interesados en el tema, aquellos sectores, que están reclamando un cambio estructural en la política y en la forma de hacer política en Colombia. Como lo he expresado en otras oportunidades, Bourdieu consideraba que “Lo esencial era decir: no se mantengan aislados. Dado que por razones sociológicas, los homosexuales (al menos sus líderes) poseen un capital cultural considerable, podrían jugar un papel en el trabajo de subversión simbólica indispensable para el progreso social.” (Bourdieu, 1998)[2].

La Universidad, las organizaciones de derechos humanos tienen mucho que hacer también en este proceso de lograr una verdadera democracia y romper con las estructuras corruptas y politiqueras que desconocen que Colombia está cambiando y que hoy es más diversa.

Hernando Uribe Castro
Magíster en Sociología
Docente y Coordinador Grupo de Investigación en Conflictos y Organizaciones
Departamento de Ciencias Sociales - Facultad de Humanidades
Universidad Autónoma de Occidente
Tel. 3188000 Ext. 11458

Cali, 25 de abril de 2013.


[1] “Demandan investidura de Roy Barreras por pacto cristiano en Cali”. El País, abril 16 de 2013.

 [2] Entrevista realizada por Catherine Portevin y Jean Philippe. Tomado de la revista francesa Telerama (12 de agosto, 1998). En. Pierre Bourdieu BLOG.


martes, 9 de abril de 2013

MODELO EXTRACTIVISTA EN AMÉRICA LATINA


MODELO EXTRACTIVISTA EN AMÉRICA LATINA

Por:
Hernando Uribe Calvo
Magíster en Sociología

Una de las características del capitalismo global es precisamente la búsqueda incesante de riquezas mineras y posibilidades energéticas por parte de corporaciones globales que deambulan sin control por territorios latinoamericanos, africanos y asiáticos. En América Latina, por ejemplo, las comunidades vienen denunciando los efectos que este modelo extractivo tiene para su sociedad, para su futuro y para el medio ambiente.

Lo interesante de este asunto es que se pensaría que estos casos se presentan en aquellos países donde el neoliberalismo se ha aplicado de manera radical como en Colombia o Chile, pero resulta interesante que estos hechos también se están presentando en aquellos países con gobiernos progresistas, o gobiernos denominados así mismos como socialistas del siglo XXI.

Uno de estos países que transita los caminos del llamado  socialismo del siglo XXI es Ecuador. Allí, en esa nación, la Empresa Nacional Minera cuadruplica la explotación de oro bajo el lema “Minería responsable”. Según la RED OLCA, diferentes grupos de pobladores vienen rechazando la mega minería del proyecto Río Blanco en provincias de Ayabaca y Huancabamba en la región de Piura, Perú, y de la parroquia de San Andrés de Ecuador. Según los pobladores desde que llegó la minería los índices de violencia aumentaron.[1]

En 2012 el gobierno de Rafael Correa abrió licitaciones para explotación de 16 bloques petroleros sobre 200 mil hectáreas en el sureste de la Amazonía ecuatoriana, donde según el gobierno, no hay áreas protegidas. Este hecho despertó el rechazo de las comunidades indígenas que han realizado importantes manifestaciones en Quito, confrontando A la fuerza pública. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) expresó que "no creemos que la política petrolera sea la salida para el desarrollo. Al contrario, está demostrado que implica la destrucción de la Amazonía"[2].

En enero de 2013 las comunidades negras y pueblos indígenas de la zona norte de Esmeraldas realizaron un Manifiesto por el desastre del medio ambiente a causa del envenenamiento de los ríos y ataques a la vida. Exclaman: “Como pueblos indígenas y afroecuatoriano, reafirmamos nuestro derecho a los territorios ancestrales y pedimos que el Estado nos proteja…

Actualmente, comunidades desarrollan estrategias de defensa a través de medios legales o por las vías de hecho. Por ejemplo, indígenas ecuatorianos se encuentran en proceso de demanda a la CHEVRON por daños a sus comunidades y ambientes por 19000 millones de dólares a una empresa que gana 26000 millones de dólares al año.[3]

Como lo expresa Eduardo Gudynas (2011, p. 36)El empuje extractivista es tan intenso que, por ejemplo, la administración de Correa busca que Ecuador ingrese a la mega­minería a cielo abierto, y en Uruguay, un país tradicionalmente agrícola ganadero, el presidente Mujica defiende como una de sus principales metas comenzar la megaminería de hierro.”[4] ¿No es paradójico esto? ¿A qué juegan estos gobiernos? ¿Cuáles son sus verdaderos intereses? Pareciera que hay un afán de estos gobiernos por acceder a más y más recursos, así como atraer inversionistas privados para hacer convenidos con el Estado, bajo el discurso de querer mejorar las condiciones sociales. Pasan de un neoliberalismo a ultranza, a presentarse como progresistas, pero con graves consecuencias para el medio ambiente y las comunidades ancestrales y campesinas.

Mucho será el trabajo de resistencia, denuncia y de defensa que las comunidades y la sociedad civil en general tienen frente a los embates y retos que viene imponiendo, que impone y que impondrá el modelo extractivista del capitalismo en tierras latinoamericanas. Grandes retos también para la academia.

huribe@uao.edu.co



[1] RED OLCA, Comunidades de Ecuador y Perú rechazan proyecto Río Blanco y exigen consulta previa, 24 de noviembre de 2012. http://olca.cl/articulo/nota.php?id=102597
[2] RED OLCA, Rechazo indígena a licitación petrolera a gran escala en la Amazonia. http://olca.cl/articulo/nota.php?id=102624
[3] RED OLCA, Indígenas ecuatorianos llevan demanda contra Chevron a Argentina y Colombia. http://olca.cl/articulo/nota.php?id=102488
[4] Gudynas, Eduardo. Debates sobre el desarrollo y sus alternativas en América Latina: Una breve guía heterodoxa. En, Más allá del Desarrollo, Quito: Fundación Rosa Luxemburg/Abya Yala, 2011.